A simple vista parece una pregunta fácil, una de esas cosas que pareces obligado a saber. Pero seguro que más de una vez te hiciste esa pregunta mirándote al espejo con detenimiento, esperando hallar una respuesta... Y es que la respuesta no es tan clara, y determinarlo no siempre es fácil, ya que cada piel es un mundo y, además, va cambiando con el tiempo.
Es por eso que en este post voy a resumir los tipos de piel, también llamados Biotipos, que encontramos frecuentemente, para que puedas conocer cuales son los productos que mejor se adecuan a las necesidades de tu piel.
La piel se define en el nacimiento, de hecho el tipo de piel suele ser la misma durante la vida. Sin embargo, hay algunos aspectos que van a influir y son los que van a ir modificando nuestro tipo de piel.
Factores que influyen en nuestro tipo de piel y a sus cambios:
1. Edad de la persona, con los posibles cambios hormonales
2. Costumbres o hábitos de vida, en el que es muy importante saber si se es fumador, si se bebe alcohol, costumbres de dieta.
3. Entorno, si está o no contaminado, temperatura ambiental, la exposición al sol.
4. Dolencias o enfermedades, alergias y los tratamientos que se deban seguir.
5. Estrés y falta de sueño.
Hay cinco tipos de pieles: la piel normal, la seca, la grasa o seborreica, la mixta y la piel sensible.
Que sea de un tipo u otro va a venir dado por la genética, mayormente. Sin embargo, nuestra piel puede variar según otros factores, como el paso de la edad o la aparición de enfermedades crónicas que la condicionen.
A. Piel Normal o Eudérmica Este tipo de piel presenta una textura regular y no tiene imperfecciones. Además, tiene un aspecto suave y limpio sin necesidad de hacer nada. Se caracteriza porque no tiene brillos y los poros no son visibles. Las personas que poseen este tipo de piel tienen un tono rosado y uniforme
La piel normal es probablemente la más fácil de tratar, ya que no necesita atenciones especiales. Aunque, no hay que descuidarse mucho, pues aunque no necesite tantos cuidados como otras, también hay que prestarles atención, ya que con el tiempo tienden a convertirse en pieles secas.
La piel requiere una tonificación y limpieza, así como darse crema hidratante día y noche, para proteger e hidratar la epidermis. Hay que utilizar una emulsión rica, pero de rápida absorción, que suavice el tacto de la piel, hidrate en profundidad y calme la piel.
Aunque las pieles normales no presenten ningún problema en particular, es esencial disponer de un cuidado específico para evitar daños debido a factores externos como la exposición solar o al envejecimiento natural.
B. Piel Grasa Existen diversas causas y factores que pueden provocar exceso de grasa en el rostro: desequilibrio hormonal, herencia genética, edad, clima, alimentación y estilo de vida entre otros.
Las personas que poseen la piel grasa tienen un aspecto brillante en toda la cara, debido a la elevada producción de sebo. El mayor problema de este tipo de piel son los granitos y puntos negros. Se caracterizan por tener un poro muy dilatado.
El tratamiento más adecuado se logra con productos que aporten hidratación y también que controlen la producción del sebo, como es el caso de los seboreguladores. La exfoliación y la utilización de mascarillas purificantes van a suponer, además, excelentes herramientas de control, en el exceso de producción de lípidos. Lo ideal para poner fin a este tipo de problema es desenmascarar la causa mediante un diagnóstico en profundidad y seguir un tratamiento específico, así como evitar los alimentos fritos y las grasas saturadas.
C. Piel Seca La piel seca se caracteriza por la falta de humedad en la misma, lo que da una sensación de tirantez y rigidez. Se puede pelar y tienen un aspecto apagado y blanco, y un tacto áspero. A veces suele tener manchas y en ocasiones parece más envejecida de lo que realmente es,
comienzan a aparecer arrugas de forma prematura e, incluso, irritaciones ocasionales.
Los cuidados habituales para esta clase de dermis pasan por las cremas hidratantes siempre que sean nutritivas, tensoras. Estos cosméticos contienen ácidos grasos esenciales y sustancias antioxidantes que ayudan a restaurar la humedad natural de la piel seca para aumentar su flexibilidad. Su aplicación continúa disminuye el aspecto áspero y crea una barrera protectora. D. Piel Mixta Como la misma palabra dice, este tipo de piel está entre la piel normal o seca y la piel grasa. Esta grasa aparece solo en la zona T (frente, nariz y barbilla).
Por eso en las zonas donde es mas grasa, en esa T, la piel tendrá las características de la piel grasa.
1. El poro esta dilatado en la nariz y frente, además la piel suele brillar en esa zona.
2. Zona de mejillas lisa y sin brillos como la piel normal.
3. Las cremas grasas hacen brillar la piel y las oil-free no son suficientes.
4. Es habitual la aparición de puntos negros en la zona de la nariz.
Este tipo de piel es la más difícil de cuidar debido a su mezcla de características. Es necesario conseguir una correcta hidratación y al mismo tiempo que no genere sebo y que trate las zonas por separado, para no mezclarlas. Se aconseja realizar una exfoliación y mascarilla nutritiva una vez por semana.
E. Piel Sensible
Uno de los tipos de piel más complicados y que necesitará de un cuidado exhaustivo. Hay que elegir bien los cosméticos, ya que la piel puede reaccionar muy fácilmente ante cualquiera de sus componentes. Puede aparecer en cualquier localización de la piel, aunque es en el rostro donde suelen manifestarse más los síntomas.
Para algunas personas, la piel sensible es una condición muy compleja de tratar. Cuando las barreras fisiológicas de la piel son muy finas y permiten que penetren agentes externos extraños, es cuando más se produce.
Tienes piel sensible si:
Notas que se irrita con extremada facilidad al utilizar cosméticos, o aparece enrojecimiento, picor o ardor en determinadas localizaciones del rostro. Aparecen alteraciones ante determinados cambios de temperatura o de clima. Aparecen lesiones casi de forma “espontánea” o sin conocer causa alguna.
Para tener la piel perfecta recomiendo cambiar de crema facial, no tanto para que la piel no se acostumbre a los mismos principios activos sino como para darle lo que necesita, porque la piel va evolucionando, ya sea por el estrés, los cambios de estación, la polución, el sol, entre otros factores que hacen que las necesidades sean distintas.
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