En este post te presento una propuesta de rutina facial en sólo 5 pasos, que te ayudará a mantener la belleza y la elasticidad de la piel, al tiempo que contribuirá a prevenir el envejecimiento prematuro.
La piel es el mayor órgano del cuerpo humano, y el que está más expuesto continuamente a todo tipo de agresiones externas: la luz solar, la contaminación ambiental, la suciedad… La piel del rostro está particularmente expuesta a todo ello, ya que no se encuentra protegida por la ropa en ninguna época del año.
Por este motivo, es fundamental asegurarnos de que disponemos de una rutina de cuidado facial diaria apropiada, para asegurarnos de mantener la cara limpia, cuidada y protegida.
¿Cómo saber cuáles son los mejores productos? ¿Y en qué orden debo aplicarlos?
Existe una variedad tan grande de productos en el mercado, que la perspectiva de diseñar una rutina de cuidado facial diaria puede resultar abrumadora. Sin embargo, no hay por qué preocuparse: unos pocos productos, bien escogidos y de buena calidad, serán todo lo que necesitemos para mantener una piel perfectamente cuidada.
Rutina facial: 5 pasos para una piel radiante
1. Limpieza
Mantener la piel limpia es fundamental en todo momento, independientemente del tipo de piel que sea. La limpieza facial sirve para eliminar los residuos e impurezas que nuestro rostro va acumulando a lo largo del día y de la noche, pues es la única manera de evitar que se obstruyan los poros de la piel y prepararla para los cosméticos o tratamientos de cuidado que se aplicarán posteriormente.
El primer paso para una buena limpieza facial consiste en desmaquillarse correctamente, eliminando bien todos los restos de maquillaje que pudieran quedar en el rostro. Este paso debería realizarse por la noche, antes de acostarse.
En cualquier caso, para limpiar la piel del rostro debes asegurarte en primer lugar que esté totalmente libre de maquillaje. Para ello puede utilizarse agua bifásica desmaquillante, que se aplica mediante discos de algodón, o bien una leche limpiadora o un jabón líquido facial.
Escoge el producto limpiador adecuado a las necesidades de tu piel: grasa, seca, mixta o para pieles sensibles, etc.
2. Tónico facial
La función del tónico es muy importante y debemos incluirlo en nuestra rutina facial diaria. Se trata de un producto líquido que sirve para terminar de eliminar cualquier resto de producto limpiador o impurezas que hayan quedado en la piel, así como también, equilibrar el pH cutáneo, refrescar, tonificar el cutis y reafirmar la piel.
Debe aplicarse después de la limpieza, y antes de poner cualquier otra crema. Dando ligeros toques con los dedos o bien utilizando un disco desmaquillante.
3. Contorno de ojos
La piel situada alrededor de los ojos es la más delicada de todo el rostro, por lo que es importante cuidarla con un producto específico para ella. Hay que elegir un contorno de ojos distinto en función de si tu piel es joven, de mediana edad o madura, aprovechando que existen tratamientos específicos para cada tipo. Debes aplicarlo dando toquecitos suaves, teniendo mucho cuidado de no dañar la zona.
4. Sérum
El sérum es un concentrado de principios activos antioxidantes, antiage, o con otras propiedades, utilizados para revitalizar la piel y darle un aspecto radiante; existen también sérums específicos para ciertas circunstancias, como evitar la aparición de manchas solares en la piel o controlar el acné. Como has visto en el caso del contorno de ojos, existen también sérums específicos para pieles jóvenes, de mediana edad o maduras, que protegen y realzan la piel.
5. Crema hidratante
Mantener la piel hidratada es fundamental para conservarla sana y bella. La crema hidratante nutre la tez, ayuda a conservar su elasticidad y su función como primera barrera protectora del organismo y previene la deshidratación cutánea. Es importante escoger una crema hidratante específica para la edad de cada piel, y si es posible que contenga protector solar. En caso de que no lo tenga, la aplicación de protección solar es obligatoria como último paso de tus mañanas.
Aunque la piel requerirá también otros cuidados que no forman parte de la rutina facial diaria (por ejemplo, el uso de exfoliante y mascarilla una vez a la semana para limpiar y nutrir la piel en profundidad), la rutina facial que te propongo será el mejor punto de partida para cualquier tratamiento posterior más completo, y te ayudará a mantener un rostro siempre limpio, cuidado y radiante
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