Es posible que cuando escuchaste por primera vez el concepto cosmética anti-polución pensaste “¿Otra cosa más? nooo” 🤦♀️. Al principio podía parecer una moda pasajera, pero lo cierto es que se trata de una tendencia que ha nacido de una necesidad. La contaminación afecta (y mucho) a tu belleza y por tanto productos cosméticos destinados a protegerte de ella no pueden faltar en tu rutina.
Gran parte de nosotros vivimos en grandes o medianas ciudades y estamos sometidos a unos niveles elevadísimos de contaminación. Esto es tremendamente nocivo para nuestra salud, no es nada nuevo, pero en los últimos años la comunidad científica viene alertando de los efectos perjudiciales que la polución tiene sobre nuestra piel. Pero, ¿Qué es la Polución?, ¿Cómo altera la polución nuestra piel? y ¿Qué puedo hacer para evitar los efectos nocivos de la misma?
Respondiendo la primera pregunta, la polución puede afectar básicamente al aire, al agua y a la tierra. La contaminación atmosférica afecta al aire exterior de muchas ciudades (Polución Urbana), y es debida a la quema de combustibles fósiles para el transporte, pero también está muy presente en el aire interior, donde se produce como resultado de actividades domésticas como la quema de biomasa para la cocina o la calefacción. La contaminación del agua a menudo resulta de los trabajos de la agricultura o la industria. Sin embargo, algunos subproductos de los procesos de potabilización del agua, como el cloro o el ozono, se encuentran también en el agua corriente.
La Polución se compone de una compleja mezcla de sustancias químicas. Entre ellas destacan las partículas en suspensión (PM), las cuales son micropartículas sólidas y líquidas muy variadas que se clasifican según su tamaño, y también metales tóxicos, por ejemplo: Cadmio, Mercurio, Plomo, Níquel, los cuales pueden persistir y acumularse en el ambiente. Los compuestos orgánicos volátiles y los gases contaminantes también deben ser considerados.
Por otro lado, la piel es la primera línea de defensa del organismo frente al exterior, y está en contacto directo con los contaminantes del aire y del agua. Si bien la misma tiene una cierta capacidad de defenderse y evitar sus consecuencias, cuando dicha barrera se ve alterada, la piel se vuelve más susceptible a los efectos de la polución.
Primero son solo síntomas poco perceptibles: deshidratación, aspecto apagado, aparición de pequeñas manchas e imperfecciones. Pero lo peor es el largo plazo: una exposición a la contaminación a lo largo de los años acelera el estrés oxidativo de las células, dando como resultado el envejecimiento prematuro de las mismas. Las moléculas de contaminación, altamente reactivas, penetran en nuestras células alterando su funcionamiento y disminuyendo su capacidad para regenerarse. El resultado es terrible: la piel envejece prematuramente, el aspecto global del cutis es apergaminado, opaco, con marcadas líneas de expresión y áspero al tacto.
Es por eso que en tu rutina diaria es recomendable adoptar algún tipo de estrategia protectora frente a esta amenaza. Con la aplicación activos capaces de combatir estos efectos indeseados.
Es por eso que en mi consultorio, tengo un tratamiento Detox, con la aplicación de activos específicos Antipolución, como son Mala'Kîte ™ (extracto cosmético de la piedra Malaquita), Pollushield ™, Vitamina C , Máscaras antioxidantes de frutos Rojos, diversa aparatología según tu tipo de piel y masajes específicos que ayudan a desintoxicar y recuperar la luminosidad natural de tu piel.
También se disponen de preparados para uso diario en tu casa, como la Crema-Gel "City Stress", el Serum Despigmentante-Detox, o el Gel Exfoliante facial.
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